¡Comienza la aventura! Llegamos al cole muy, muy prontito para coger el autobús que nos llevó a Atocha donde nos esperaban los monitores. ¡Son majísimos!
Algunos de nosotros nunca habíamos subido a un tres ¡y qué tren!
El viaje en AVE fue muy chulo y se nos hizo muy corto. Sobre todo para los que se lo pasaron yendo y viniendo del vagón cafetería.
Al llegar a Valencia hacía mucho calor. Unos autobuses nos estaban esperando para llevarnos a la Albufera, donde montamos en unas grandes barcazas y recorrimos las 3.000 hectáreas de agua dulce que forman este inmenso lago. Comimos y jugamos hasta que el bus nos llevó al hotel y repartimos las habitaciones. ¡Qué ganas teníamos de que llegara ese momento!
Tras un descanso para deshacer maletas y cambiarnos pasamos la tarde en la playa. Siempre nos gustado la playa, pero es mucho mejor con amigos. Además los profes y los monitores estuvieron jugando con nosotros todo el tiempo.
Arrastrando los pies volvimos al hotel para ducharnos y llamar a nuestros padres. Justo antes de la cena, que era un bufé en el comíamos solo lo que queríamos.
Después de cenar aún quedaba noche. Fuimos a un campo de béisbol que hay junto al hotel y cuando estábamos a punto de empezar a jugar saltaron los aspersores y tuvimos que salir corriendo. No sabemos a qué íbamos a jugar, pero difícilmente podía ser más divertido que huir de aspersores gigantes a las 11 de la noche.
Los monitores buscaron un nuevo lugar para jugar un ratito y finalmente, rotos de cansancio, nos fuimos a la cama.
¡A ver qué sorpresas nos esperan mañana!

Los niños de 6°