El lunes 8 de octubre, los niños de infantil hicimos nuestra primera excursión de este curso. Para los nuevos alumnos de 3 años, era la primera vez que salían con los mayores. Y para esta ocasión, decidimos visitar ARQUEOPINTO, un lugar casi mágico en el que nos enseñaron a dar marcha atrás en el tiempo para conocer más a fondo la prehistoria.

Al llegar nos recibió un gran ejemplar de Mamut con unos enormes colmillos y una piel muy suave, que nos invitaba a iniciar un recorrido mágico por la historia de los primeros humanos hasta llegar al hombre tal y como lo conocemos en la actualidad.

Aprendimos junto a Pinto y Pinta, cómo los hombres de la prehistoria comenzaron a pintar, cómo conseguían las pinturas, fabricaban sus utensilios para pintar: pinceles con palos y pelo de animales, tampones con palos y pieles, e incluso los primeros aerógrafos hechos con huesos de aves. Y cómo no, aprendimos que aunque no tenían papel para pintar, si llenaban las paredes de sus cuevas de enormes y bonitas pinturas de animales, montañas, árboles, ríos, e igual que hoy nosotros, pintaban sus manos para dejarlas en las paredes ¡qué suerte tenían, los niños podían pintar en las paredes sin que nadie les regañara!

Nosotros mismos, a la luz de las velas como si estuviéramos en una antigua cueva, pudimos hacer un superdibujo utilizando sus mismas pinturas.

Cuando terminamos nuestras pinturas, pusimos en marcha nuestra nave del tiempo y retrocedimos a un curioso viaje por la historia desde el primero de los humanos, el Australopithecus hasta el Homo Sapiens Sapiens, pasando por el Homo Habilis, el

Homo Erectus, el Homo Sapìens, el Neanderthal o el Cromagnon. ¡¡Uff!!, ¡¡qué difícil repetir esos nombre tan raros.

Aprendimos a fabricar enormes lanzas para cazar grandes animales, a afilar piedras con las que alguno de nosotros pudo cortarse un mechón de fuego, y lo más increíble, ¡¡DESCUBRIMOS EL FUEGO!!